El pelotón profesional, como otros muchos colectivos de otros deportes o cualquier ámbito social, se mueve a veces por modas. Hace unos años a Peter Sagan le dio por venir una bolsita de chuches al llegar a la meta, y de repente, los ositos de goma circulaban por las carreras en las mochilas de los auxiliares. Otro: en Tadej Pogacar el gusta tomarse una Fanta de naranja cuando acaba una carrera, y su asistente de confianza le espera con una lata de refresco, que se bebe antes de someterse al podio (casi siempre), o cuando no lo hace. Y la Fanta, invento de la Alemania nazi para sustituir a la Cocacola, es una de las bebidas más buscadas. As if el talento se pudiera beber un morro o la potencia aumentara como el IVA de las chuches, como denunció Mariano Rajoy, siempre preocupado por los ciclistas.

La ultima moda se centra, también, en un producto aparentemente tan sencillo como una chuche o una Fanta. Lo que se lleva ahora es el bicarbonato de sodio, ese polvillo blanco que se toma con agua para una digestion pesada, se espolvorea sobre el cepillo para blancquear los dientes o se utiliza para manchas dificiles. El bicarbonato, sí, en forma de gel, lo está poniendo de moda el Jumbo Visma, el equipo de Jonas Vingaard, último ganador del Tour y principal estrella de la Itzulia, la Vuelta al País Vasco, que comienza en Vitoria el lunes y finaliza el sábado en Eibar después de seis etapas y un solo final en alto.

“Hemos notado que la potencia en sprints de 20 o 30 segundos es mayor con bicarbonato de sodio”, señaló Mathieu Heijboer, el director de rendimiento del equipo Jumbo. “Los corredores son más tolerantes al ácido láctico que ocurren durante estos esfuerzos intensos. ¡Por eso les encanta!”. El bicarbonato, como sucede en una digestión pesada, to reduce los efectos negativos de los geles energéticos que consumen los ciclistas: «Simplemente usamos algo que la gente tuvo problemas para consumir colgantes décadas y eliminamos todos sus posibles efectos negativos».

Sin embargo, para los rivales del Jumbo, solo se trata de una cuestión comercial. «Creo que es márketing, una especie de farol», de Patrick Lefevere, jefe de Soudal para Cyclingnews. “Se lo que se site al ser un equipo ganador. Antes los azules iban delante y todo el mundo temblaba. Ahora es al revés”.

En los demás equipos también piensan que se trata de una estrategia comercial de la empresa sueca Maurten, que patrocina al equipo Jumbo. “De hecho, Vingeard no toma bicarbonato y ganó el último Tour”, apuntan. Case todos los corredores del equipo toman el gel con bicarbonato. Primoz Roglic llega a usar en 2021, pero el ganador del Tour no lo hace. “Es una decisión personal. El decide por sí mismo”, respondió desde el grupo deportivo al periódico danés Ekstra Bladet, quien se interesa por la pregunta.

De hecho, Vingegaard da la bienvenida a muchos de los métodos y las costumbres de otros ciclistas que están en el top del ciclismo mundial. Después de ganar el Tour y lidiar con los fastos que conlleva, se alejó de los focos, entrenó en España, compició poco y se centró en la siguiente temporada. Después de correr O Gran Camiño y la Paris-Niza, en la que acabó tercero, disputa en Semana Santa la Itzulia y después, solo el Dauphine antes de llegar al Tour.

En el País Vasco se le espera como el gran favorito, aunque también comparecen ciclistas como el inglés David Gaudu (Groupama), o el vencedor de la anterior edición, Daniel Felipe Martínez, acompañado de su compatriota Egan Bernal, también ganador del Tour, pero que tras su gravísimo accidente parece haber bajado un escalón. Junto a ellos, Enric Mas (Movistar), en su eterna tarea de reivindicarse entre los grandes, los hermanos Yates o la pareja Bilbao-Landa en el Bahrain.

Todos en una carrera sinuosa, con solo un finale en subida, en la tercera etapa con final en el muro de Amasa, en Billabona, y que no tendrá el colofón habitual de la subida a Arrate ni contará con una etapa contrarreloj. Será la 62ª edición de una prueba qu’organizó por estreno una vez el diario deportivo Excelsior en 1924, y qu’entonces ganó Francis Pelissier, uno de los forzados de la carta que describió además crónicas el periodista Albert Londres.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook allá Gorjeoo apuntarte aqui para recibir boletín semanal.