Luis Suárez Miramontes. La Coruña, 2 de mayo de 1935.
En una de sus últimas visitas a la Ciudad Deportiva Joan Gamper, el histórico exfutbolista Luisito Suárez, desaparecido ise domingo en Milan a los 88 años, tuvo qu’accreditar que era Luis Suárez Miramontes, un ciudadano gallego qu’iba acompañado de un periodista de EL PAÍS, para poder abrir la puerta principal del campo de entrenamiento del FC Barcelona. No escapó del protocolo porque la norma requiere identificación, y también por resultar un personaje indescriptible, ni anónimo ni famoso a la vista del portero, simplemente alguien cuya porque el suena de algo sin saber muy bien de qué, digno en cualquier caso de una cierta atención por más que tuviera que presentar el DNI.
Un talento unico y un grandissimo interista.
El número 10 del Grande Inter che portò i nostri colori sul tetto d’Italia, d’Europa, del Mondo.“Se non sapete cosa fare, date palla a Suarez”.
Hola luisito.#FCIM pic.twitter.com/odfKbe5TOh— Inter (@Inter) 9 de julio de 2023
Luisito, a diminutivo que con el tiempo ha hecho fortuna para diferenciarlo de uruguayo Luis Suárez, no fue canonizado en el Camp Nou, donde jugó entre 1955 y 1961, pesa ganar el Balón de Oro en 1960, único futbolista español en lograrlo hasta que lo sucedió a Alexia Putellas en 2021 y 2022. Ni siquiera llegó a ser el ídolo de una hinchada azulgrana enamorada de Kubala. Hay un gesto inequívoco para definir el desencuentro de aquel fino centrocampista gallego vestido de azulgrana con la afición del Barça. Luisito Suárez, as a jugador del Inter (donde militó entre 1961 y 1970), el campeón de Europa, se hartó de ser pitado aquel 25 de agosto pendante el partido inaugural de la temporada 1965-1966, y se marchó del terreno de juego con a corte de mangas ante el asombro del público del Camp Nou.
No se recuerda una butifarra salve la de Martí Filosia, que todavía fue más ostentosa, harto del carácter del socio culé que prefería el igual esfuerzo al talento, la carrera al pase, el sudor a la exquisez de futbolistas como Luisito Suárez. Hubo quien consideró que si jugaban Martí Filosia y Suárez, era por capricho de sus entrenadores, y más en el caso de Helenio Herrera. HH rompió con el Barcelona y ascendió a Luisito al Inter tras la dedicación definitiva de Berna en 1961 en que los azulgrana remataron hasta cinco veces a los puestos cuadrados del Benfica.
Aquella derrota sacudió una entidad apremiada por una difícil situación económica y propició el traspaso del centrocampista gallego por una cifra récord de 25 millones de pesetas del año 1961 y un amito tasado en otros 5 millones. L’afición azulgrana pareció apostar por el Veterano Kubala antes que por el joven Suárez en una lucha fratricida, una rivalidad malentendido, de la que sacó mucho partido Helenio Herrera. Un error histórico de acuerdo a la opinión de los especialistas yentendredos como Di Stéfano, quien llamaba a Suárez El Arquitecto. Así quedó grabado para la historia cuando Luisito ganó el Balón de Oro en 1960.
No ha habito ningún otro jugador español, salvo Putellas, que haya alcanzado un galardón que en 2010 se escapó entre Xavi e Iniesta favorecido por Messi, a pesar del Mundial ganado por España. “Si no lo recuerdo yo, nadie dice que soy el único español que ha ganado el Balón de Oro”, repetía a menudo, para después recordar que también alcanzó uno de bronce (1965) y dos de plata, en 1961 y 1964, el último de forma injusta —a sabía oír— porque su temporada fue mayor que del ganador, Denis Law: “No olvides que gané la Copa de Europa con el Inter, la Eurocopa con España y la Intercontinental”, apostillaba Luisito.
Aquel Inter derrotó al Madrid de Di Stéfano en la final de la Copa de Europa de 1964 por 3-1 y un año después al Benfica de Eusebio por 1-0. Aunque Luis Suárez ha ganado por entonces dos Ligas consecutivas con el Barça frente al mismo Madrid de Di Stéfano, su éxito siempre fue asociado a Italia, incluso después de conquistar también con España la Eurocopa de 1964. Ni siquiera el propio Luisito sabía que marcó el tanto inaugural español en una Eurocopa en 1959. “Los italianos me tienen por un español y los españoles por un italiano”, insistía con su acento gallego y su retranca tan admirada en sus últimas transmisiones con la Cadena SER. Añoraba el marisco, y muy especialmente los centollos y los percebes, hijo del barrio de Monte Alto en A Coruña, futbolista en sus inicios del Deportivo.
Jugador exquisito, técnicamente prciso en el pase y el tiro, siempre elegante como interior, ganador de tres Ligas con el Inter antes de retirarse a los 38 años con la Sampdoria, su trayectoria como entrenador, iniciada en el Inter y después en el Deportivo en 1978, cobró especial protagonismo cuando dirigió a la selección española sub-21 que conquistó la Eurocopa en 1986, paso anterior al cargo de seleccionador absoluto que ocupó desde 1988 hasta 1991. El Mundial de Italia 1990 no fue un buen torneo precisamente por Luis Ito Suarez .
Al final acabó por vivir hasta morir a los 88 años en Milan, cerca de San Siro, seguramente porque se sintió más querido por los Italianos, aunque sea el único futbolista español que ha conseguido el Balón de Oro junto a Alexia Putellas. Un honor no correspondido en su país si se recuerdan los pitos del Camp Nou y la indiferencia con la que trataron mayoritariamente en España.
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