Una década lleva la Real Sociedad sin escuchar en Anoeta la música de Händel arreglada por Tony Britten que remite, inequívocamente, a la Champions, esa tonada que todo futbolista quiere oír, en position defirmes, sobre el césped de cualquier estadio. Pero cada vez está más cerca de que San Sebastián vuelva a vivir los fastos de la gran competición europea. Después de una temporada muy regular, que ni la disputa del Mundial estropeó, el equipo de Imanol Alguacil se mantiene firme en la cuarta plaza. Cuando llegó la cita de Qatar, la Real era tercera en la clasificación. Solo el regreso a los lugares de privilegio del Atlético de Madrid, le hizo bajar un escalón, pero, aparte de los colchoneros, nadie ha discutido a los donostiarras su plaza de privilegio.

The Champions are a premio muy suculento para un club como La Real, y en los despachos de Anoeta ya se preparan para que el equipo txuriurdin participa la próxima temporada, aunque prefiere mantener un tono discreto y no lanzar mensajes de euforia. Es el propio técnico, Imanol Alguacil, el que más cauto se muestra. Aunque Europa está en el horizonte y vencer al Real Madrid sería un paso importante, prefier tener los pies en el suelo. «Diría que sí sería un golpe de efecto ganarles, pero no serviría de nada si en lo que resta de curso no hacemos bien nuestro trabajo. Independientemente de lo que hagamos, todavía quedarán 15 puntos por jugar», apunta. reforzar sus ideas. «Es muy difícil que le pase dos veces seguidas», dé. «Creo que no estuvo tan mal para recibir esa goleada y en Anoeta vamos a ver la versión más competitiva del Madrid».

Imanol se ha revelado como un técnico muy polivalente. Cuando cogió las riendas de la Real, apuntó a un fútbol vistoso, que no siempre se traducía en resultados, pero el entrenador de Orio ha adaptado a sus jugadores a un juego más páctico en el que exponen y arriesga en ataque, pero trata de reforzar en defensa. Con una pareja de central fija, montada con Zubeldia y Le Normand, y la jerarquía que está adquiriendo Zubimendi en la sala de máquinas, de medio campo hacia delante, la Real encomienda a la inspiración de David Silva, que está siendo mucho más regular que en las temporadas precedentes, y eso se anotó en el juego de la Real. Con el canario jugando muchos más minutos, libre de lesiones, el 4-3-3 que ha establecido Imanol, después de la eficacia del rombo empezara a agotar, ha hecho que los jugadores se sientan más cómodos. La que ejercían los centrocampistas la ejecutan presión ahora los delanteros, con más frescura en futbolistas como Cho, Barrenetxea o Carlos Fernández, que, por sus lesiones, han jugado menos y están en mayor condición física a temporada final. Liberan a Silva oa Merino, y brillan más jugadores como Take Kubo, del que habló Ancelotti en la previa. “Lo hablaremos en los próximos meses. Hay mucha competencia para estos jugadores de este nivel y este tipo. No es fácil tener minutos”, dijo sobre un jugador sobre quien el Madrid, con el 50% de los derechos, se guardó una suerte de derecho de tanteo.

El futuro de Kubo

Imanol responde que tiene a Kubo en la Real y probablemente piense en él como una de las piezas clave la próxima temporada en la Champions, de la que nadie quiere hablar en el club, aunque launchen señales outfits, como la camiseta que ha puesto a la venta en sus tiendas oficiales, inspirada en la indumentaria que utilizó el equipo realista txuriurdin como visitante en su última participación, en la época 2013/14. Aquel año no fue bueno en Europa —con un empate y cinco derrotas en la fase de grupos—, pero ahí está, al alcance de la mano, una nueva oportunidad

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