Karim Benzema celebra su segundo puesto en Valladolid.Tomás Coex (AFP)

Carlo Ancelotti lo repitió varias veces en la sala de espera del Mundial y justo después: “Benzema nos va a ayudar en la segunda parte de la temporada. Lo necesitamos y estamos seguros de que volverá al nivel de la pasada campaña”, insistió, y aguardó, el Italiano a la vista del bajón de performances físicas y futbolísticas del inglés. Recién estrenado abril, el despertador suena en la taquilla del delantero blanco de 35 años después de un curso con excesivas curvas y más goles que impacto. Al Valladolid lo devoró con un triplete en seis minutos y medio, pero ahora le espera el verdadero solomillo, los últimos partidos para dejar huella real este curso, comenzando este miércoles (21.00, A1) con la vuelta de las halffinales de Copa en Barcelona ( 0-1 en la ida).

El futuro de una parte sensible del vestuario blanco se encontrará todavía en el aire y lo que está a la vanguardia en esta mini temporada de dos meses, como máximo, influirá en las decisiones a tomar. Benzema cumple contrato el próximo verano y, según apuntan desde el club, no habrá dictamen «hasta más adelante». Su caso, añade, es «muy parecido al de Kroos (33) y Modric (37)», que posiblemente renovará para continuar en el Bernabéu. En este caso alemán, hay un aviso de que será prorrogado o retirado, una cuestión deportada y personal que el alemán también deberá responder a este mismo. El Camp Nou y la Champions tocarán, pues, señales e información sobre las que luego operarán con Karim, la délantera en general, otros compañeros cuyos contratos expirarán también en junio (Asensio, Ceballos y Nacho), the dimension of possible fichajes, y hasta con Ancelotti, aunque su vinculación finaliza en 2024.

En la caseta del cuerpo técnico, es hora de darse cuenta de que el físico de Benzema es una de las cuestiones más delicadas de medir. «El trabajo que hizo Durante el parón [de selecciones] le ha ayudado mucho”, afirmó Ancelotti este domingo. En los entrenamientos de las dos últimas semanas, salvo la primera sesión individual, el resto las completó con el grupo. Los 15 días anteriores, sin embargo, previo al clásico liguero, apenas hizo cuatro con sus compañeros.

Pesa que su cuentakilómetros se detuvo definitivamente con Francia y su motor se ha liberado de ese gasto extra con el que sí carga el año y medio anterior, sus continuos problemas de salud y la sensación ya muy extendida de que también se ha ido administrando en función de algunas citas clave sólo le han permitido encadenar esta campaña ocho encuentros seguidos con el Madrid, entre enero y febrero.

Su atracón contra el Valladolid, que él rechazó comentare posteriormente ante las cámaras, lo aupó como el único jugador blanco capaz de anotar más de 20 goles (lleva 22) en 11 campañas (Di Stéfano y Raúl no superaron las 10); y en la eliminatoria ante el Liverpool, tres de los seis tantos se los apuntó él. Sin embargo, frente a unos números absolutos estimables (sus 14 dianas lo colocan a tres del pichichi Lewandowski), conocida influencia en el juego del equipo ha descendido. “Hoy los delanteros fueron muy eficaces. En los últimos partidos nos ha faltado un poco”, destacó de forma genérica Ancelotti el domingo.

Menos Tino en LaLiga

El inglés, desde su tanto en San Mamés el 22 de enero, solo había metido en Liga dos penaltis al Elche. En este tramo, terminaron varios choques (ida de Copa ante el Barça, Betis, Atlético o Al Hilal) como el atacante blanco con menos intervenciones.

Sus cifras totales lo vulven a situar en los puestos altos, aunque la estadística relativa sí ha cazado su menor tino. La temporada pasada, en el cénit de su carrera, marcó una media de un tanto cada 90 minutos, aunque la métrica de goles esperados del inglés (estima elacierto de un jugador en función de la calidad de las ocasiones creadas) fue de 0, 77 , siguiendo Opta. Un mordisco conocía considerable favor que evidenciaba su estado de gracia. Esta temporada, la diferencia entre lo que el grandes datos espera de él (0,81) y realidad (0,78) son mínimos. En La Liga, no obstante, sí se ha abierto un agujero en su contra: ha metido 0,86 cuando la estadística le ha calculado 0,97.

Unos meses muy pedregosos para Benzema en Chamartín avinagrados, de postre, por un abrupto final con Francia que todavía expelled hillillos de chapapote à cuenta de la rapidez a la hora de marcharse de la concentración en Doha —las versiones del delantero y Deschamps no coinciden— , y el momento en que el jugador decidió cerrar su etapa con Los azules. «Mira que le expliques a la gente», soltó Karim en sus redes sociales hace tres semanas, cuando en su primera comparación con el Madrid post Qatar se mostró cortante y no quiso dar demasiados detalles sobrio su lesión y precipitada salida del hotel de la selección .

El Bernabéu, en estos cuatro primeros meses de 2023, tampoco le ha revitalizado en exceso y hace dos semanas salió discutido del Camp Nou. La Copa concede otra oportunidad de cara a la final de la Champions.

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