Merced a la situación geográfica del país se pueden llegar a dar hasta 4 cosechas de cannabis por año.

Colombia se transformó en un territorio estratégico para la siembra de cannabis medicinal. Desde el dos mil dieciseis, cuando el Gobierno expidió la resolución y la normativa que regula el cultivo, el país ha experimentado un ‘boom’ de empresas que se han instalado con la meta de aprovisionar un mercado que vira eminentemente en torno a aceites y extractos de la planta.

Con corte a dieciocho de febrero de 2 mil diecinueve, el Ministerio de Justicia había expedido ciento 93 licencias para el empleo de la semilla, cultivo de la planta de cannabis sicoactivo y de cannabis no sicoactivo. Al paso que el Ministerio de Salud, había entregado hasta el 28 del mismo mes 91 permisos para la fabricación de sus derivados.

Este auge del cultivo en el país obedece, entre otras cosas, a su situación geográfica, pues está en el punto medio entre el sur y el norte del continente americano. Esta localización privilegiada le deja a Colombia ser el puente predilecto de las industrias para conectarse con otros mercados.

“La situación geográfica del país se aprecia mucho”, afirma Rodrigo Arcila, presidente de Asociación Colombiana de Industrias del Cannabis (Asocolcannna), gremio que en el mes de enero de 2 mil dieciocho contaba con 5 industrias afiliadas y hoy registra veinticuatro.

“Estar en el trópico nos da la posibilidad de contar con 12 horas de sol sigo, lo que hace que el cultivo sea muy conveniente. De verdad, en más de quince departamentos del país se han sembrado la planta, eso nos hace competitivos”, precisa Arcila.

El líder gremial además de esto resalta que esta característica hace que en Colombia se pueda tener la posibilidad, que no hay en otros países, de tener hasta cuatro cosechas por año. “Es un tema de costo. Producir una planta acá es más asequible pues en otras unas partes del planeta se precisa más energía, más espacio y hay menos tiempo para cultivar”, apunta.

Para Khiron Life Sciences, empresa de cannabis medicinal, una de las condiciones más provechosas del país está en la temperatura poco variable entre día y noche. “Según la zona, se pueden encontrar suelos ricos en nutrientes, lo que provee una insuperable alimentación para la planta. Colombia es país agrícola por tradición, por esto, además de las ventajas de tiempo, se cuenta con mano de obra calificada para el cultivo”, resalta.

En ese sentido, Iván Dario Arias, presidente de Plantas Medicinales de Colombia (Planmedico), empresa instalada en el Quindío y que busca invertir más de cuarenta millones de dólares americanos estadounidenses en el cultivo de cannabis en el futuro próximo, puntualiza que el agua del país juega un papel esencial en este proceso.

“El agua en Colombia es de alta pureza y esto asimismo hace que el desarrollo de la planta se dé en muy estupendas condiciones. Cada planta precisa 2,5 litros de agua diaria”, explica.
Y agrega que en países como en Canadá la producción de la planta puede ser realmente costosa, alrededor dos y tres dólares americanos estadounidenses. “En Colombia estamos entre los treinta y cincuenta centavos de dólar para producir. Asimismo eso es atractivísimo para las empresas”, remarca.

Arias asimismo resalta que el país también se ha vuelto atrayente debido a las condiciones de seguridad, que mejoraron por el proceso de paz.

La estabilidad jurídica además ha jugado un papel esencial en este proceso, pues el marco normativo es uno de los más sólidos. “Es usado como referente en América Latina, lo que da seguridad a las compañías de cannabis que desean invertir en el país” apostilla Khiron, al paso que destaca que el país tiene un potencial enorme de pacientes que se pueden ver favorecidos por tratamientos con cannabis medicinal.