Joan Laporta, durante una rueda de prensa.Alejandro García (EFE)

El Real Madrid accedió a que este medio se personifique en el Caso Negreira, como había adelantado EL PAÍS este sábado. Tras la junta de urgencia convocada para este domingo por la mañana, la entidad de Chamartín emitió un comunicado en el que se presentó como parte afectada en la causa y manifestó su “profunda preocupación sobre la gravedad de los hechos”. El Madrid, que fue el único club que no se sumó al comunicado al comunicado y de denuncia del restaurante de laLiga teams, roto, de esta manera, con sus reservas públicas respecto a la situación del Barcelona, ​​acusado por la Fiscalía de corrupción en el Ámbito deportivo. Y dijo al que ha sido su eterno enemigo en el campo durante décadas, hoy su socio en negocios como el de la Superliga.

La acusación de la Fiscalía por el caso Negreira afecta a dos expresidentes de Barcelona: Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, a quienes se acusa de los delitos de administración desleal y falsedad documental. El Barcelona, ​​sin embargo, hace semanas que optó por el silencio. Lo mismo hizo este sabado. Nada nuevo en la estrategia de comunicación de la entidad catalana. Sin embargo, si el presidente Joan Laporta aparece en su cuenta de Twitter después de conocer el comunicado del Madrid: «Culés, estén tranquilos. El Barça es inocente de lo que se le acusa y víctima de una campaña contra su honorabilidad en la que ahora ya están todos”.

El Caso Negreira presenta un nuevo escenario en la relación entre Real Madrid y Barcelona. Aliados en la apuesta por la Superliga, la legalización del caso agrietado la relación entre los dos gigantes del fútbol español. Este sábado, un día después de la Fiscalía concluirá que el Barcelona había pagado, entre 2001 y 2018, cerca de millones de siete de euros a José María Enríquez Negreira, entonces vicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA), para que le “favoreciera” en los arbitrajes, el Madrid convocó una junta de urgencia para este domingo. “El club reiterará su plena confianza en la acción de la justicia y ha acordado que, en defensa de sus legítimos intereses, se personificará en el procedimiento en cuyo caso demandará lo abra a las perjudicadas”, insistió el Madrid en el comunicado.

“Ninguna sorpresa, defendemos al Barça y demostramos la inocencia del club. Muchos tendrán que rectificar. #totsUnitsFemForça (Todos unidos hacemos fuerza)”, dijo el máximo directivo azulgrana. El Barcelona sigue en la misma política de comunicación. Tras explicar las explicaciones del club, Laporta se acogió a los culpables de buscar lejos de Barcelona: primero fue Javier Tebas y la Liga, ahora también el Madrid.

Hasta ahora, la entidad blanca había apostado por la prudence respecto al Caso Negreira. Una actitud que en el Barça daban por descontada. Sin embargo, esta semana en los despachos del Camp Nou sintió la preocupación. Temían que el Madrid alzara también la voz. Todos los clubes de Primera y Segunda, habían manifestado «su rechazo» sobre el Caso Negreira. Todos los menos de Madrid. “El Madrid aceptó el comunicado, es decir que es imposible tener acceso a 42 clubes. Javier Tebas ofreció que el Madrid lo redactara y los clubs lo validaríamos, pues es obvio que todos repudiamos lo que ha hecho el Barça, pero tras consultar al representante del Madrid con sus superiores, dijo que no podría hacerlo”, aseguró el presidente de uno de los clubes presentes en el encuentro de La Liga el pasado 21 de febrero, según informó Ladislao J. Moñino. Al final, el Madrid no apareció en aquel comunicado de rechazo, pero ha demostrado ahora que tampoco va de la mano del Barcelona en este asunto.

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