La aparición de la beluga en las costas del norte de Noruega causó sensación en abril de 2019. No es que los nativos nunca hubieran visto a estos cetáceos blancos viviendo en el Océano Ártico. Pero este llevaba un arnés muy curioso marcado como «Equipo de San Petersburgo» para llevar una cámara. Lo que alimentó los rumores más locos, sobre todo porque la Dirección de Pesca de Noruega había revelado que el animal podría ser un espía a la venta para los rusos. Si Moscú nunca lo confirmó y nunca lo reclamó, los noruegos lo nombraron « Hvaldimir” (un juego de palabras que combina hval, «ballena», en noruego, y el primer nombre del maestro del Kremlin).

Cuatro años después, la beluga vuelve a ser noticia tras ser vista el 28 de mayo cerca de Hunnebostrand, entre Oslo y Gotemburgo, en el estrecho que separa Dinamarca de Noruega y Suecia. Desde entonces, ha continuado nadando frente a la costa sueca, descendiendo cada vez más hacia el sur. El domingo 4 de junio fue filmado cerca de Gotemburgo, en una zona especialmente señalizada con pocos peces, lo que despertó la preocupación de la asociación OneWhale, creada para ayudarlo.

Los motivos de sus andanzas por el sur siguen siendo un enigma por el momento. Durante cuatro años, Hvaldimir había estado nadando cerca de granjas de salmón en aguas noruegas, vigilado las 24 horas por voluntarios. “En los últimos dos meses, ha recorrido el doble de la distancia que había recorrido desde que llegó a Noruega”. revela la documentalista Regina Crosby Haug, fundadora de OneWhale. Los científicos han estimado que el cetáceo, de unos doce años, podría estar buscando una hembra para aparearse o un grupo, cansado de vivir solo.

«Completamente confundido»

De su historia no sabemos prácticamente nada, salvo que sus reacciones indican que creció en cautiverio, en contacto con los hombres, y que iba vestido.

¿Dónde nació y cómo escapó? El misterio permanece. “El problema es que está completamente desorientado y sigue buscando la presencia de humanos”, alarmó la veterinaria Siri Martinsen, directora de la asociación noruega para la protección de los animales NOAH y miembro de la junta directiva de OneWhale. La ONG se puso en contacto con las autoridades noruegas y suecas para intentar repatriar a la ballena al Ártico. Pero todos tienen presente el fracaso de la operación de rescate de otra beluga en el Sena, en agosto de 2022, durante la cual falleció.

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