El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sometió a consideración pública los planes de cómo siete estados del oeste del país que depende del agua del Río Colorado deben reducir su uso, y defendió su autoridad para imponer restricciones en la utilización del líquido del que depende de 40 millones de habitantes.

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La Oficina de Reclamación de EE. UU., una dependencia del Departamento del Interior, presentó una información que incluye alternativas posteriores para la operación a corto plazo de los embalses de las presas Glen Canyon y Hoover (lago Powell y lago Mead), que se nutren del río. California, Arizona, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah y Wyoming, así como varios pueblos indígenas, han estado enfrascados en una sobria disputa sobre cómo hacer recortes al uso del agua del Colorado y evitar que los embalses caigan a niveles peligrosamente bajos.

California y algunos pueblos nativos asentados a lo largo del río han basado sus propuestas en sus derechos de alta prioridad sobre el agua del caudal. A diferencia de, los otros seis estados han propuesto reducciones especialmente grandes para California, que usa mas agua del colorado que cualquier otro estado.

Una de las alternativas propuestas contempla hacer recortes basados ​​​​predominantemente en el sistema de prioridad existente para los derechos de agua, que favorece a California. La segunda considera reducciones para todos los estados, pero aplica las recomendaciones de “distribuido en el mismo porcentaje” para los tres estados de la Cuenca Baja del Colorado: California, Arizona y Nevada.

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Sin embargo, en ambos escenarios presentados en el borrador de la Declaración de Impacto Ambiental Suplementario (SEIS, por su sigla en inglés), los estados, los agricultores y los pueblos indígenas podrían verse obligados a recortar casi 2.590,3 millones de metros cúbicos de Agua más de su uso del río Colorado en 2024.

El Gobién también falló una tercera opción en la que no se harían recortes, pero fue descartada por la sequía que continuó enfrentando el río a pesar de las lluvias y nieve que dejo el pasado invierno en las Montañas Rocosas.

El sistema general que depende de Colorado proporciona agua y electricidad a más de 40 millones de personas en el oeste de EE. UU., pero los embalses más grandes del río, el lago Mead y el lago Powell, han llegado a sus niveles más bajos debido a la sequía intensificada por el clima climático. Las dos propuestas garantizan las entregas continuas de agua y la producción de energía hidroeléctrica para los estados que dependen del Colorado en los próximos años, explicado en un comunicado la Oficina de Reclamación.

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El informe estará disponible para comentarios públicos durante 45 días y la decisión final se espera para agosto de 2023, la cual afectará las operaciones de las presas Glen Canyon y Hoover hasta 2026. El informa no abarca el uso de agua en el norte de México, que también se surte de las aguas del Colorado.

EFE