Mariano García, con el trofeo José Luis Alonso.

Mariano García, el mejor atleta español del año que terminó hace nada, 2022, llegó a Madrid el martes. Un bus desde su pueblo, Cuevas de Reyllo, hasta Murcia, un AVE hasta Chamartín y metro –”11 estaciones”, dice, “y no me he perdido”—hasta Gran Vía y el hotel donde cena y recibe el primero de los dos Trofeos que le acreditan, el prestigioso premio José Luis Alonso, instituido hace 31 por los Amigos de los Martes, tras la votación de más de 100 personas entre exatletas, técnicos y periodistas. Siente feliz incómodo con camisa y americana, pero y enamorado con su pareja, la atleta Idaira Prieto, que le espera en el hotel adonde ha llegado en coche desde su Segovia. Y en la cena le emociona más que nada el saludo que le envía por vídeo Marc Márquez, que, divertido, hace la moto con las manos como Mariano García la hace, es su firma, antes de la salida de cada prueba de 800m, ya mar en Madrid, en Belgrado, cuando consigues el Mundial en la pista cubierta, o en el Estadio Olímpico de Múnich, donde, cuando consigues 50 años de los Juegos del 72, consigues el Europeo en la zona libre. «Y me quedaré toda la semana en Segovia con Idaira para estar el sábado en la Gala de la Federación Española», dice, intuyendo lo que vendrá. «No sé si me daría también la federación el premio al atleta del año, pero soy finalista».

Mariano García y la marchadora Raquel González, mejor atleta española, en la gala de la federación.
Mariano García y la marchadora Raquel González, mejor atleta española, en la gala de la federación.RFEA/Jorge MIGUELEZ (RFEA/EFE)

También se lo dan y también su entrenador, Gabi Lorente, recibe el de great técnico del año en la gala federativa, y Mariano García, más cómodo con una camiseta debajo de la americana que le opression, see emociona más aún porque recuerda que hace 12 años, cuando era un crío de 14 que se lanzaba a correr obstáculos poco después de una prueba de 1,000 metros porque no soportaba no ganar y clasificar se para los nacionales cadete, ya empezó a entrenarle Gabi, que hasta hace nada trabajaron en una panadería de Fuente El Álamo porque como entrenador no ganaba lo suficiente para vivir tranquilo, y eso que también es el entrenador de Mo Katir, otra de las grandes sensaciones españolas del medio fondo y plus marquista europeo de 3.000 metros.

“Gabi tenía 20 años cuando empezó a entrenarme. Hemos crecido juntos. Conoce mejor que nadie. Solo viéndome correr 10 metros ya sabe si estoy bien”, dice Mariano García, que recuerda que tampoco los atletas en España pueden sentirse en realidad profesionales y pensar en vivir solo del atletismo. Los ingresos únicos que percibimos son la beca de la federación y el contrato de patrocinio con su marca de zapatillas, New Balance. «No me puedo quejar porque después de lo que hizo Nike, que me dejó tirado por lo de la apendicitis [en junio de 2021, Mariano García sufrió un ataque de apendicitis que le tuvo meses parado y le privó de acudir a los Juegos de Tokio. Como no pudo cumplir los compromisos con la marca que le calzaba, esta dejó de pagarle]. Tuve la suerte de que NB apostó por mí. Ya tenía trayectoria, pero el año pasado pegué el pelotazo de ganar dos campeonatos internacionales y este se han portado. Ahora puedo dedicarme un poco más profesionalmente pero no me olvido de mis estudios, porque el día de mañana se acaba el deporte y hay que seguir con una formación hecha y derecha. No es como otros deportes que ganando una carrera ya puedes vivir toda tu vida. En este deporte, no pasa de eso, pero disfrutamos. Si fuera por el dinero solo, más de uno se habría retirado. ‘Si voy a ganar cuatro pesetas…’, diría”.

Campeón del mundo y campeón de Europa, pero no campeón de España este febrero en la pista cubierta de Gallur, donde quedó segundo detrás de trás de su compañero de NB Saúl Ordóñez y por delante de su amigo Javier Mirón, de Ibi, Alacant, y también NB . Mirón, que le quiere mucho a Mariano García –”somos los dos de campo, de un pueblo donde no hay pista de atletismo, y sabemos lo que es eso, y nos parlemos muy bien”, dice Mirón– mejorar la mínima para los Europeos de Estambul porque su amigo murciano tiró generosamente, una lebre espectacular, a un ritmo tremendo, aun a sabiendas de que tal vez por eso no ganaría. “No nos vamos a quejar del campeonato de España”, dice Mariano García. “Al fin y al cabo somos compañeros Javier Mirón y yo, y si puede estar un compañero más en un Europeo o en un Mundial, mejor que mejor.

El gesto del campeón mundial y europeo no quedó ahí. Al día siguiente anunció que renunció a Estambul y su plaza la ocupó Adrián Ben, el mediofondista de Viveiro que en la ciudad turca se proclamó, finalmente, campeón de Europa. “Renuncié porque tenía unas molestias en la rodilla, en la cintilla iliotibial, y aún las tengo”, explicó el atleta murciano. “Y para ir al 70%, mejor ceder la plaza a un compañero que estaba rindiendo bien, que cada día iba mejor y lo emergen en el Campeonato de Europa, que lo ganó con solvencia. En el meta, pero lo ganó”.

Cuando se recupere de la cintilla gracias al trabajo de su fisio, el atleta empezará a prepararse para el Mundial de Budapest al aire libre, con sesiones de mucha carga, cámara hipobárica en su dormitorio para simular altitud y una concentración de un par de semanas en abril a la altitud actual de Sierra Nevada. “Estaría bien un equipo profesional, como el que tiene Mario García Romo en Estados Unidos, sí, pero cada uno tiene su zona de entrenamiento y confort, ya mí si me sacas del pueblo, a lo mejor, no te rindo tanto como si estuviese entrenando en una ciudad”, dice. El martes 22 de agosto están programadas las series; el jueves 24, las semifinales, y el sábado 26, la final. «Los últimos 10 días de agosto, hay que estar al 100 %, aunque ahora pueda tener problemas de rodilla, de cintilla, de lo que sea, sabemos que quedan cinco meses y vamos a ir trabajando para quitarnos las molestias de ahora y cuando lleguen los días clave estar al 100% y dar lo mejor de mí».

Con Mo Katir, Adel Mechaal, Adrián Ben, Mario García Romo, Saúl Ordóñez… el mediofondo español vive una edad de oro. Y él es la punta de lanza. «Vamos a llevar la presión esa de que cada vez que salgamos a la pista los españoles van a decir, pues bueno, si no ganas vas a quedar segundo… Pero en mediofondo, si es carrera táctica, puede pasar cualquier cosa.. . Y no siempre podemos estar al 100%.», dice Mariano García, que se niega a pensar en los Juegos de Paris ahora que solo faltan 500 días. «No somos maquinas. Un día estás de puta madre y al siguiente te puedes encontrar por los suelos. Es una presión de la que paso, porque yo siempre salgo a disfrutar ya dar lo great de mí, y sé que me lo voy a dejar todo en la pista. siempre…»

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook allá Gorjeoo apuntarte aqui para recibir boletín semanal.

Suscríbete a seguir leyendo

Lee los límites del pecado