Si los botes de basura se acumulan en París, la lucha contra la basura se organiza en el principal distrito de negocios de sus afueras. 2018, un colectivo de una veintena de empresas de La Défense (Hauts-de-Seine) decidió abordar el problema de los residuos generados por los restaurantes de su empresa. “A nivel de barrios hemos evidenciado el desperdicio de alimentos que aún son comestibles entre seis y nueve toneladas diarias”explica Martine Baruch, presidenta de la asociación La Défense des Aliments y directora de RSE de Allianz France, una de las empresas detrás del proyecto.

Para sensibilizar a los empleados, «mezcladores de pan» se han instalado en varias empresas participantes, como Suez. «Ponemos todo el pan sin comer en un tarro y lo mostramos a la entrada del autoservicio», explica Martine Baruch. Con cierto éxito, ya que el volumen de pan desperdiciado ha disminuido año tras año, encontró Suez.

108 gramos por día por persona

De media, la International Food Waste Coalition estima que en 2022 se desperdiciarán 108 gramos diarios y por comensal de comida en el catering de las empresas. Cifras que “Son más bien decrecientes, debido a los cambios de hábitos de consumo y la crisis del Covid, que ha simplificado la oferta”explica Thomas Candeal, gerente de proyectos dentro de la asociación.

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Para evitar que ensaladas o gratinados en desuso acaben en la basura, la ley de agricultura y alimentación (EGalim) de 2018 ha venido a poner su granito de arena. Los operadores ahora deben implementar un diagnóstico obligatorio para estimar las cantidades de alimentos desperdiciados y su costo; además, quienes preparan más de tres mil comidas diarias deben asociarse con asociaciones para vender sus inventarios aún consumibles.

En la gran familia de la restauración colectiva, los cuidadores trabajan para reducir el tamaño de las papeleras. Compass Group France vende cestas de alimentos que aún son consumibles a precios reducidos en la aplicación Too Good To Go. La empresa también dona sus excedentes de alimentos a asociaciones, que los redistribuyen a personas en dificultades.

Para el resto de los residuos de alimentos, el prestador de servicios recurre a empresas especializadas que utilizan el resto de platos para hacer compost. Por el lado del plástico, las fuentes de agua en los restaurantes pretenden reemplazar las botellas de agua.

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