Una parte significativa de los desafíos requeridos los enfrentan hoy organizaciones cuyos orígenes son cambios tecnológicos construidos sobre avances científicos: algoritmos estadísticos y simbólicos para inteligencia artificial, dobles digitales, modelado de vida y redes sociales, criptografía para seguridad, blockchain para interacciones seguras, molecular biología para la medicina, física cuántica para la próxima generación de computadoras. La implementación de innovaciones tecnológicas y las transformaciones inducidas de la sociedad son fuentes de preguntas científicas. Un círculo virtuoso se establece cuando la búsqueda de soluciones a los problemas de la sociedad y la economía se retroalimenta con la investigación tecnológica y científica.

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Si estas nuevas formas de producción de valor son aplicables frente a los mandatos de renovación impuestos a las empresas y frente a un contexto social dinámico en el que sus clientes y socios varían, la investigación choca sin embargo con los modelos establecidos. El modo de gestión, la temporalidad de los proyectos, la cultura corporativa son factores internos que penalizan el desarrollo de las actividades de investigación de las empresas.

Más significativo aún, la falta de alineamiento de intereses entre el mundo de la investigación y las necesidades capitalistas de un grupo, y el contraste entre la forma en que un investigador y un gerente de empresa no se expresan creación de nuevas culturas de cooperación, prácticas comunes e idiomas

Emulación multidisciplinar

La investigación afirma con razón su capacidad para abordar los problemas sociales y cada vez encuentra más su lugar en el contexto de los proyectos empresariales. En forma de tesis, trabajos exploratorios o colaboraciones diversas, las iniciativas se multiplican incorporando el conocimiento de la organización que las acoge. La emulación multidisciplinaria remodela tanto la forma de producir investigación como la de innovar, y fortalece el vínculo entre las ambiciones científicas y operativas. La investigación facilita entonces la transferencia de tecnología y la culminación de una reflexión aplicada, a través de métodos de valorización reconocidos tanto desde el punto de vista académico como industrial.

La investigación no es un agente de acuerdo, ni siquiera un solucionador de problemas, sino una capacidad de cuestionar, junto con otros actores, los presupuestos de una situación inicial para proponer alternativas. Concilia la profundidad estructurante de un tema de investigación y las cuestiones empresariales. Contribuye a redefinir el significado de “necesidades” o “demandas”, al determinar la forma en que la innovación tecnológica modifica permanentemente nuestras prácticas y nuestras potencialidades. Esta ósmosis y este dinamismo son particularmente importantes en una fase de profunda y rápida transformación de la sociedad, la economía y las empresas.

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