¿Podrá Emmanuel Macron cumplir su promesa de reducir el impuesto de sucesiones? Aplazada por primera vez al otoño de 2022 durante los debates presupuestarios, su reforma parece nuevamente amenazada por la situación de las finanzas públicas, vaciadas tras dieciocho meses de crisis energética. “Presupuestariamente, la medida presidencial parece difícil de implementar a partir de 2024, admite el diputado renacentista Mathieu Lefèvre (Val-de-Marne), que había hecho campaña para que se adoptara la reforma en el otoño de 2022. Cuesta 3.000 millones de euros. O sobre un severo jefe de hacienda pública que tenemos delante. Pero eso no significa que no haremos nada. Tienes que encontrar la medida adecuada. »

Hace poco más de un año, el candidato a presidente Emmanuel Macron prometió reducir el impuesto a la herencia “para nuestras clases medias”para que sean apropiados “transmitir los frutos de [leur] trabajar «. Una promesa tan popular en la opinión pública como debatida por los economistas, para quienes el actual sistema fiscal ya favorece la excesiva concentración de la riqueza.

El presidente saliente pretendía llevar la reducción del importe de la herencia transmitida de los 100.000 euros por hijo actuales a los 150.000 euros. Justificando este aumento por la explosión de los precios inmobiliarios. “Me costaría decir que una pareja que tiene una casa y dos hijos y que esta casa vale 200.000 euros a 300.000 euros, que son pensionistas que yo protegeré”relativizó.

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A esta desgravación se añadió un componente societario: eximir hasta 100.000 euros para herencias en línea indirecta -a favor de sobrinos, nietos, hijos de cónyuges- para tener en cuenta la evolución de los modelos familiares. Por último, quería permitir que las parejas de hecho hicieran una declaración conjunta, para beneficiarse de los mismos beneficios fiscales que los que proporciona el matrimonio o el pacto civil de solidaridad (pacs).

Demasiado costosa, la reforma sucesoria se había aplazado durante el presupuesto de 2023, aunque es un argumento útil para asegurarse los favores de la derecha. Decepcionados, Aurore Bergé, presidente del grupo macronista en la Asamblea Nacional, y Mathieu Lefèvre habían presentado enmiendas de apelación para empujar al gobierno a posicionarse.

Como era de esperar, las primeras reflexiones sobre la preparación del presupuesto de 2024 resaltan esta promesa de campaña. “Es una medida del programa que le gusta al presidente, indica su entorno. Pero como el resto, es objeto de discusiones con la mayoría, sus socios y la oposición. »

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