Se trata de un importante punto de inflexión tras ocho años de una guerra cuyo desenlace parece, hasta hace poco, difícil de prever. La imagen que apareció en «uno» de los medios yemeníes el 10 de abril es el primer elemento tangible. Así es la reunión, al abrigo de las bóvedas de piedra del palacio presidencial en Sanaa, del líder político de los rebeldes hutíes, Mehdi Al-Machat, y el embajador saudí en Yemen, Mohammed Al-Jaber. Esta visita, que finalizó el viernes 14 de abril, es fruto, en primer lugar, de la mediación del Sultanato de Omán. Allana el camino para una solución negociada de un conflicto que se cobró 400.000 víctimas según la ONU. Dedica casi dos años de discusiones entre dos de los protagonistas de la guerra que asola Yemen y ofrece la posibilidad de poner fin al fracaso del príncipe heredero del reino saudí, Mohammed Bin Salman (“MBS”) que había entrado a la guerra en 2015 para desalojar al grupo pro iraní de la capital.

Pero este encuentro es también, y sobre todo, consecuencia directa del restablecimiento de relaciones anunciado el 10 de marzo entre Arabia Saudí, que apoya al Gobierno reconocido por la comunidad internacional, en el sur, e Irán, patrocinador de la rebelión hutí. (al norte). El reciente acercamiento entre los dos grandes rivales regionales, el Irán chiita y Arabia Saudita sunita, allana el camino para una desescalada en las guerras que estaban librando por poder, especialmente en Yemen, el país más pobre de la Península Arábiga y que sufre una de las peores crisis humanitarias del mundo. Unos 17,4 millones de personas se encuentran en situación de inseguridad alimentaria aguda, según Unicef.

“Estoy de visita en Sanaa con una delegación de nuestros hermanos del Sultanato de Omán para estabilizar la tregua y el alto el fuego”, escribió Mohammed Al-Jaber en Twitter, como primer comentario de las autoridades saudíes sobre la visita. El diplomático saudí también dijo que buscaba «Apoyar el proceso de intercambio de prisioneros y explorar vías de diálogo entre las partes yemeníes para lograr una solución política integral y duradera». Un anuncio público de los resultados de las negociaciones podría tener lugar en los próximos días.

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Tregua, levantamiento del bloqueo y discusiones

La tregua en los combates entre rebeldes y fuerzas gubernamentales reconocida por la comunidad internacional, que entró en vigor en abril de 2022 por seis meses pero no se renovó en octubre, debería extenderse en su duración. Arabia Saudí debería, por su parte, levantar el bloqueo impuesto a los puertos (incluido el de Hodeïda, el principal del Mar Rojo) y al aeropuerto de Sanaa, la capital, bajo control hutí, a cambio del levantamiento de la cerco levantado por estos últimos en torno a Taiz, la tercera ciudad más grande del país, situada en las montañas del oeste de Yemen.

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