Camiones cargados de fruta y carbón esperan con paciencia en la frontera entre pakistán y afganistán para pagar derechos de aduana a los talibanesque se han convertido en maestros para recaudar impuestos desde que regresaron al poder.

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En el centro de Kabul, una patrulla de contadores inspeccionando una tienda y cobra a los commerciantes por vender miel, acondicionador para cabello y estufas de gas. Afganistán hace frente al segundo invierno desde que los talibanes volvieron al poder en 2021, lo que hundió al país en una grave crisis humanitaria, pero el dinero siguió circulando.

El Gobierno Talibán resultó en el recaudar impuestos, y al parecer sin la corrupcion de las administraciones anteriores. En la localidad fronteriza de Torkham, un camionero dijo a la AFP que bajo el antiguo régimen pagó 25.000 afganos (280 dólares) en controles ilegales en los 620 kilómetros de largo del viaje hasta Mazar-i-Sharif.

«Ahora viajamos día y noche y nadie pide nos pague«, dice Najibula, el conductor de 30 años. A fines de enero, el Banco Mundial reportó «fuertes» ingresos por 136,000 millones de afganis (1,500 millones de dólares) en los primeros nueve meses de 2022, similar al último año completo del gobierno aprobado por Estados Unidos.

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“Se ha informado de conformidad que está yendo bien con los ingresos, y eso ocurre mientras la actividad económica está decaída”, comenta a la AFP un funcionario de una organización extranjera en Afganistán. Pero las cifras generan dudas en un país donde, según la ONU, la mitad de la poblacion se enfrenta a la camara severa.

Cerca de 60 % del erario talibán proviene de aduanas, señala el Banco Mundial, recaudado en puestos ruinosos como Torkham, en la provincia oriental de Nagarhar, donde los camioneros canjean documentos con sellos por efectivo.

La carga entrante consiste principalmente en alimentos -naranjas, papas y harina del Programa Mundial de Alimentos (PMA)- pero la fila de salida está dominada por camiones cargados de cromita y carbón. Pakistán se ha enfrentado golpeado por la crisis energética mundial provocada por la guerra de Ucrania, en momentos que una crisis económica lo deja ya sin reservas en dólares.

Asi que logro un acuerdo para Pagarle a Afganistán el carbón en rupias, dejando de lado a sus proveedores normales de Sudáfrica e Indonesia. Un informe de 2022 del grupo de investigación XCEPT revela que las exportaciones de carbono a Pakistán han sido duplicadas por los talibanes, generando 160 millones de dólares en impuestos y triplicando la administración anticipada en Afganistán. Pero la industria minera depende fuertemente del trabajo infantil, con salarios bajísimos y escasas medidas de seguridad.

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«Esta ha sido su estrategia desde el inicio, aumentar ingresos a cualquier precio«, comentó a la AFP el exviceministro de Comercio e Industria, Sulaiman Bin Shah. La corrupción que se aprovechó de la ayuda estadounidense durante 20 años.

Afganistán escaló 24 puntos en ranking de percepción de corrupción de Transparencia Internacional. «Afganistán tiene esa capacidad, y ahora estamos recolectando», comentó el portavoz del Ministerio de Hacienda, Ahmad Wali Haqmal. “El gran problema era la corrupción”, agregó. Pero el analista Torek Farhadi discrepa. «Its más efectivos porque la gente les tiene miedo», indicó. «Los talibanes tienen un control ferreo de la administración. Tienen las armas y nadie puede robar dinero».

Durante su guerra de guerrilla de 20 años, los talibanes afectaron un gobierno a la sombra en varias zonas bajo su control, incluyendo gobernadores regionales y un sistema tributario para llenar sus arcadas de guerra.

El director de aduanas de Afganistán, Abdul Matin Saeed, estuvo a cargo de los peajes a la sombra para los insurgentes en la provincia de Farah, fronteriza con Iran, y Balj, fronteriza con Uzbekistán, los cuales recorría en motos para evitar ser capturado. «No usamos control total sobre las carreteras… pero lográbamos nuestro cometido«, dijo a AFP. Esa experiencia fue «muy útil» cuando cayó la república y asumió un carguero en Kabul, comentó.

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La capacidad del gobierno para generar ingresos tiene implicaciones de largo alcance. La comunidad internacional ha presionado al régimen para que sus restricciones a los derechos de las mujeres, aplicando sanciones financieras. Pero su capacidad de generar ingresos les da mayor independencia.

También planteó un dilema a los donantes: ¿dar ayuda humanitaria libera al gobierno talibán para hacer cosas como aplastar a los disidentes? Pero quizás lo más destacado es la falta de claridad sobre cómo se gasta ese dinero. El gobierno talibán presentó el año pasado un presupuesto anual por 231.000 millones de afganis, pero sin mayores detalles. “Este dinero es para el funcionamiento del gobierno talibán”, indicó el analista Farhadi. «Quiero ver cómo lo gastaron, ¿adónde fue?».

AFP